La UEFA oficializó que Oporto será la sede de la final de la Liga de Campeones europea de fútbol entre los clubes ingleses Chelsea y Manchester City el 29 de mayo, en lugar de Estambul, que fue descartada por la situación sanitaria actual.
En un comunicado, la instancia europea indicó que 6.000 entradas estarán a disposición de cada club para la venta a sus seguidores, precisando que el número total de espectadores autorizados en el estadio Dragao (aforo total en época normal para 50.000 personas) se comunicará más adelante.
«Los aficionados han tenido que sufrir durante más de doce meses sin la posibilidad de ver a sus equipos en el estadio. Privarles de la oportunidad de vivir la final en vivo no era una opción y estoy feliz por constatar que se ha llegado a un compromiso», reaccionó el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin.
Horas después el gobierno portugués matizó, a través de Mariana Vieira da Silva, portavoz del ejecutivo, que «todavía no ha tomado una decisión» sobre los viajes de turistas británicaos al país.
La final estaba programada hasta ahora en el estadio Atatürk de Estambul, pero las restricciones de viaje entre Turquía y el Reino Unido por la pandemia del covid-19 dieron impulso al cambio de planes.
«Espero estar en Estambul para una final de la Liga de Campeones y para muchos otros eventos en un futuro próximo», indicó Ceferin.
El comunicado no precisa si hay un acuerdo para conceder a Estambul la sede de una próxima final de la Liga de Campeones. La del año 2022 está atribuida a San Petersburgo (Rusia).
Por segundo año consecutivo, Estambul se queda sin la final de Champions que tenía prevista y el gran partido del fútbol europeo viaja a Portugal. En 2020 fue Lisboa la ciudad que albergó una ‘Final 8’ (cuartos de final, semifinales y final) en agosto, para concluir la Liga de Campeones.
«He tenido el placer de ir a Estambul, pero desde mi etapa como jugador en el Barcelona nunca tuve la oportunidad de regresar, ni siquiera en la Liga de Campeones», afirmó el técnico del Manchester City, Josep Guardiola, este jueves en una conferencia de prensa.
Guardiola dijo que lo lamenta especialmente por uno de sus jugadores, Ilkay Gündogan, alemán de orígenes turcos.
«Quería ir allí por Ilkay Gündogan. La UEFA decidió ir a Portugal, pero tampoco hay problema con eso», señaló.
En un primer momento se habló de Reino Unido como solución para la final de este 2021, teniendo en cuenta que ambos clubes son ingleses y que el país va a reabrir parcialmente las gradas de sus estadios a espectadores para las dos últimas jornadas de la Premier League este mes.
– Ensayo para la Eurocopa –
En Portugal, los partidos de la última jornada de la liga, previstos el 19 de mayo, podrán acoger un número limitado de espectadores para probar el efecto del regreso del público a los estadios, anunciaron el miércoles los organizadores del campeonato.
Para acceder a esos partidos, los espectadores deberán presentar el resultado negativo de un test del covid-19. La UEFA no precisó por el momento las condiciones de acceso del público para la final de Oporto.
El moderno estadio de Oporto acogerá su primera final de la máxima competición continental de clubes. En 2019 ya fue escenario de la primera final de la Liga de Naciones de la UEFA, un torneo de selecciones que ganó Portugal.
Pese a que el Oporto ha ganado dos veces la Liga de Campeones (1987, 2004), su ciudad nunca fue escenario de la final.
El duelo Chelsea-Manchester City en la capital lusa, con público en la grada, debe servir de aperitivo de lo que la UEFA prepara para la Eurocopa (11 junio-11 julio), con una competición en once ciudades de distintos puntos del continente, todas ellas con la garantía de contar con algún porcentaje de espectadores en sus gradas.
Portugal no tiene asignados partidos para esa Eurocopa pero se ha visto beneficiado para esta final de Champions por el hecho de estar en la ‘lista verde’ del gobierno británico por su situación sanitaria actual. Eso permite a las personas procedentes del Reino Unido viajar a ese país a partir del 17 de mayo sin tener que someterse a una cuarentena a su regreso.