Con la fuerza de sus golpes, la boxeadora y policía Atheyna Bylon trató de devolver a Panamá al medallero olímpico por primera vez desde 2008, pero su camino fue truncado por la gran favorita al oro.
La británica Lauren Price, actual campeona del mundo, venció a Bylon por decisión unánime (5-0) en los cuartos de final del peso medio (69-75 kg) de los Juegos de Tokio-2020.
En caso de victoria, Bylon hubiera asegurado al menos una de las dos medallas de bronce que reciben los semifinalistas del boxeo olímpico y hubiera escrito una de las más importantes páginas del deporte panameño, que cuenta por ahora con tres preseas olímpicas.
«Es el sueño de todo atleta, llevar una medalla para su país. Lastimosamente no se dio en esta oportunidad», dijo a la AFP esta sargento segundo de la policía panameña, de 32 años.
Ex campeona del mundo y única representante del boxeo panameño en Tokio-2020, Bylon subió al ring con la confianza de su demoledora victoria del miércoles frente a la australiana Caitlin Parker, que la colocó en la antesala del podio.
El primer asalto registró pocos golpes, con Bylon y Price respetándose y guardando las distancias a la espera de una oportunidad.
La británica, campeona mundial en 2019, se llevó las mejores puntuaciones en los escasos y breves intercambios y los jueces le dieron el asalto por un unánime 5-0.
En el segundo, Price gestionó su ventaja con un boxeo de larga distancia y esperando que la panameña atacara para sorprenderla al contragolpe. En el ‘round’ final, Price se atrincheró con un boxeo defensivo que la panameña no supo neutralizar.
– Rompiendo prejuicios a golpes –
En la zona mixta de la arena Kokugikan, Bylon lamentaba no poder brindarle una medalla a sus compañeros de la policía nacional panameña.
«Tengo el apoyo al cien por cien de mis compañeros y de Panamá», agradece. «Me decían que me apoyaban independientemente del resultado, pero una como atleta quiere un mejor resultado».
Nueve años atrás fueron policías quienes la convencieron de que se desentendiera de los prejuicios que rodean al boxeo femenino y la impulsaron a iniciar una carrera que tuvo un meteórico éxito inicial.
«Empecé a boxear con unos 23 años. Fui campeona mundial (en 2014) con 11 combates y llegué a Rio-2016 con 25 o 26 peleas. Se puede decir que era una novatita en esto», recuerda Bylon, que concluyó en el noveno puesto de los Juegos brasileños.
«Ha sido una bendición de Dios estar entre los atletas que pueden conseguir tanto en tan poco tiempo», se felicita.
Hasta enfundarse por primera vez los guantes, Bylon practicaba deportes como fútbol o atletismo.
«Hasta los 23 años no me atraía el boxeo. En Panamá a veces tienen esa ideología de que el boxeo es para hombres y yo no quería que dijeran que era como un hombre», explica. «Casi dos años después seguía sin estar convencida y lo hacía porque me lo había puesto la institución pero ahora me siento muy bien, amo este deporte y representar a mi país».
Hace años que Bylon tiene que buscar rivales fuera de su país y, como primera boxeadora olímpica panameña, fue destinada a labores en el departamento de deportes de la policía.
A tres años de los próximos Juegos, la panameña tiene que decidir si intentará de nuevo suceder al último medallista del país, Irving Saladino, orgullo nacional desde su oro en salto de longitud en Pekín-2008.