El Departamento de Justicia de Estados Unidos declaró que la FIFA y otros organismos futbolísticos fueron víctimas de exdirigentes corruptos e indicó que esos entes rectores recibirán más de 200 millones de dólares en efectivo, incautados en una amplia pesquisa.
Un primer monto de 32,2 millones de dólares será destinado al llamado “Fondo de Condonación del Fútbol Mundial”, supervisado por la Fundación FIFA, informaron los fiscales federales.
“Este anuncio es el inicio del proceso para devolver el fondo a las víctimas del escándalo de soborno, y esto marca el continuo compromiso del Departamento, de asegurar justicia para las víctimas de este ardid”, informó la dependencia en un comunicado.
Las obras benéficas de la FIFA apoyan proyectos en escuelas, ayudan a la recuperación de este deporte después de desastres naturales y promueven el fútbol femenil y de niñas. Además de apoyar el programa FIFA legends, que utiliza a exjugadores como embajadores.
“Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a las autoridades judiciales de Estados Unidos por el trabajo que han llevado a cabo en estas cuestiones, por su rapidez y eficacia para llegar a una conclusión y por su confianza en general”, dijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en un comunicado de la organización que rige el fútbol mundial.
“La verdad es que, gracias a su intervención en 2015, hemos cambiado radicalmente la FIFA desde la organización tóxica de aquellos días hasta transformarla en un organismo rector mundial sumamente apreciado y digno de toda confianza”, añadió. “Hoy sabemos que este dinero está en buenas manos en la Fundación FIFA y que se utilizará para las finalidades a las que está destinado”.
El dinero incautado o devuelto —en un caso revelado en 2015 que derivó en que más de 50 personas o entidades corporativas fueran acusadas— quedará ahora bajo control de la FIFA en Zurich, aunque prácticamente nunca perteneció al organismo futbolístico.
Típicamente, el dinero se vinculaba con sobornos por acuerdos de transmisiones y patrocinios de competiciones continentales en el continente americano, así como por acuerdos nacionales de partidos de las eliminatorias mundialistas.
Jose Hawilla, ejecutivo brasileño de “marketing” ya fallecido, debió renunciar a más de 150 millones de dólares. Su grupo de agencias tenía relaciones estrechas con la CONMEBOL y la CONCACAF.
En un comunicado separado, la CONMEBOL, con sede en Paraguay, informó que tenía derecho a 71 millones de dólares del dinero. En otro, la CONCACAF, que tiene sus oficinas principales en Miami, calculó su tajada en 70 millones.
Cada uno de esos organismos perdió a varios dirigentes, quienes renunciaron en medio del escándalo.
“En el último Congreso de la CONMEBOL, el presidente Alejandro Domínguez solicitó y obtuvo una ratificación en el mandato de impulsar todas las acciones necesarias para recuperar los recursos que le fueron arrebatados a la institución», indicó la CONMEBOL en su comunicado.
«Se trata de uno de los pilares de la gestión de la NUEVA CONMEBOL, comprometida con la transparencia, la justicia y con una ruptura definitiva con el pasado de corrupción y manejos oscuros”.
Los pagos a las dos confederaciones dejarían unos 60 millones de dólares para la FIFA, aunque controlará la distribución de todo el dinero, que según Infantino, será sujeto de medidas estrictas de vigilancia, auditoría y verificación del cumplimiento de la normatividad.
Se desconoce cuánto dinero en total se ha recuperado, aunque el Departamento de Justicia indicó que “mucho más” de los 32,2 millones de dólares otorgados inicialmente “se han incautado” o constituyen dinero al que “se ha renunciado o se espera que se renuncie en Estados Unidos y el Distrito Oriental de Nueva York”.
El acuerdo de remisión llega más de cinco años después de que la FIFA reclamó decenas de millones de dólares, a fin de que se le restituyera el dinero retenido por los fiscales que obtuvieron decenas de declaraciones de culpabilidad por parte de directivos del fútbol y de empresas de marketing, principalmente en América.
Algunos esperan todavía sentencias ante una corte federal en Brooklyn, años después de que reconocieron actos financieros indebidos, incluyendo asociación ilícita y complot. Algunos dirigentes acusados han evitado la extradición, permaneciendo en Brasil y Trinidad y Tobago.
En uno de los casos más sonados, el expresidente de la CONMEBOL Juan Ángel Napout, y José María Marín, brasileño que presidió el comité organizador del Mundial de 2014, fueron hallados culpables en Brooklyn en 2017.
La investigación actual se reveló en mayo de 2015 y estremeció al mundo del fútbol, mientras sus líderes se reunían en Zúrich, dos días antes de reelegir a Joseph Blatter como presidente de la FIFA.
A la semana siguiente, Blatter anunció sus planes de renunciar, ante las secuelas del caso que derivó en la salida de toda una generación de líderes futbolísticos en América, muchos de los cuales ocupaban también puestos prominentes en la FIFA.
Blatter jamás fue implicado directamente por los fiscales federales de Estados Unidos. Pero desde septiembre de 2015 ha sido sujeto de procedimientos penales en Suiza, donde la fiscalía nacional realiza todavía algunas investigaciones separadas sobre casos de presunta corrupción.