Gales puso fin a sus 64 años de espera para clasificar a la fase final de la Copa del Mundo al derrotar a Ucrania por 1-0, con lo que acabó con las esperanzas de la nación devastada por la guerra de llegar a Qatar.
Un gol en contra del extremo ucraniano Andriy Yarmolenko, que cabeceó en su propio arco un tiro de falta de Gareth Bale, decidió la contienda.
El equipo de Olexandr Petrakov, que venció a Escocia en la semifinal del repechaje, volvió a mostrar un nivel de fútbol que sin duda habría merecido una plaza en el torneo de 32 equipos en noviembre.
Con la mitad del equipo sin haber jugado al fútbol de competición desde la invasión rusa en febrero, y con la tragedia de su país en su mente, Ucrania merece un gran crédito por haber estado tan cerca de llegar a la fase final por segunda vez en la historia del país como nación independiente.
Al final del partido, los decepcionados jugadores ucranianos mostraron su agradecimiento a los más de 2.000 seguidores presentes en el estadio de la ciudad de Cardiff.
Reuters