El deporte panameño blinda a sus atletas y su participación en competencias internacionales dando su aprobación, por unanimidad, en tercer debate, al marco legal moderno antidopaje.
Con el objetivo de adecuar el marco legal existente con relación al control de sustancias prohibidas y métodos no reglamentarios en el deporte, el pleno legislativo aprobó el Proyecto 76, que modifica la Ley 16 de 1995, que reorganiza el Instituto Nacional de Deportes.

Esta modificación, que crea la Organización Nacional Antidopaje de Panamá, se orienta en asegurar que las políticas y procedimientos nacionales estén alineados con los estándares internacionales más recientes y efectivos en la materia.
La necesidad de esta adecuación legal, que debe estar lista antes del 12 de enero, surge del compromiso frente a la Ley 46 del 2007, que aprueba la Convención Internacional contra el Dopaje en el Deporte, firmada en París el 18 de noviembre de 2005.

En el periodo de la conveniencia de tal instrumento legal, estuvo presente Miguel Ángel Ordoñez, director de PANDEPORTES, quien sostuvo, una vez se dio la firma del proyecto, que la nueva Asamblea dio un gran paso en favor del deporte nacional, sus atletas y los compromisos internacionales.
PROMUEVE MECANISMOS AVANZADOS PARA PROTEGER AL ATLETA
Los estándares internacionales, como los establecidos por la Convención Internacional contra el Dopaje en el Deporte, promueven prácticas avanzadas y actualizadas para la detección, prevención y sanción del dopaje.
Con su incorporación de estos estándares, Panamá se asegura de enfrentar, de manera efectiva, los métodos que los dopadores emplean para eludir las pruebas.
Un sistema robusto y actualizado proporciona a las autoridades antidopaje las herramientas necesarias para mantener la integridad del deporte y proteger la salud de los atletas.

El dopaje es el acto de utilizar sustancias artificiales o métodos prohibidos para mejorar el rendimiento deportivo de manera no ética y desleal.
Este comportamiento no solo pone en riesgo la salud del deportista que lo emplea, sino que también afecta a otros competidores al alterar las condiciones justas de la competencia.
Además, el uso de estas sustancias puede inducir a una espiral de presión y desesperación en otros atletas, quienes podrían sentirse forzados a recurrir al dopaje para no quedar en desventaja.