Con un Stephen Curry reconocido por primera vez como MVP, los Golden State Warriors vencieron 103-90 en la cancha de los Boston Celtics y finiquitaron las Finales de la NBA por un global de 4-2, conquistando su cuarto anillo desde 2015.
Stephen Curry, con 34 puntos y 6 triples, comandó el triunfo en el TD Garden de Boston y celebró el renacimiento de la dinastía de Golden State junto a sus eternos socios Klay Thompson (12) y Draymond Green (12).
«Al principio de la temporada nadie pensaba que estaríamos aquí, excepto todos los que están en esta cancha ahora mismo. Es surrealista», afirmó un radiante Curry sosteniendo su premio MVP (Jugador Más Valioso).
Ni la mística de Boston, ni la resistencia de Jaylen Brown (34 puntos) y el dominicano Al Horford (19) se interpusieron en el camino de unos Warriors que dieron por terminada una travesía en el desierto de tres años.
En 2019, en sus quintas Finales consecutivas, los Warriors cayeron ante los Toronto Raptors demolidos por las lesiones de Klay Thompson y Kevin Durant.
Tras aquella derrota, Durant abandonó la franquicia y los Warriors se hundieron hasta ser el equipo peor clasificado de la NBA en 2020.
La siguiente campaña también quedaron fuera de playoffs pero en la actual, reanimados por el regreso de Thompson tras 941 días de baja, concluyeron en la tercera plaza del Oeste y en playoffs despidieron a los Nuggets de Jokic, los Grizzlies de Morant y los Mavericks de Doncic hasta citarse en estas Finales con los Celtics.
«Este ha sido el título más inesperado pero estoy bendecido. He estado rodeado de superestrellas y cuando estás rodeado de superestrellas cualquier cosa puede pasar», subrayó en plena celebración Steve Kerr, quien dirige al equipo desde 2014.
A la hora de reconocer a las estrellas, el técnico no dudó en señalar a Curry, que a sus 34 años se cargó al equipo en esta eliminatoria con promedios de 31,2 puntos, 5,2 triples, 6 rebotes y 5 asistencias.
El base, el mayor triplista de la NBA y uno de los mejores jugadores de la historia, posee 2 premios MVP de temporada (2015 y 2016) pero el de las Finales le había sido esquivo hasta ahora.
En los tres anillos ganados anteriormente con los Warriors el MVP fue a parar a las manos de Andre Iguodala (2015) y Durant (2017 y 2018).
«De esto es de lo que se trataba, especialmente después de lo que hemos pasado en los últimos tres años», dijo Curry sobre su título más trabajado y emotivo. «Nunca des esto por sentado porque no sabes cuándo vas a volver».