Con los mismos once titulares que ganaron la final del Mundial hace tres meses, Argentina se medirá en un amistoso ante Panamá, en el que el fútbol será la excusa para que los campeones celebren el título ante su público.
El duelo, que se disputará en el estadio Monumental de Buenos Aires, con 83.000 localidades agotadas, será el primer compromiso de la “Scaloneta” desde que le ganó a Francia 4-2 en una tanda de penales la final del Mundial de Qatar el 18 de diciembre.
Pero el partido será apenas un capítulo de una celebración que incluirá la actuación de populares músicos locales, la exhibición de un adelanto de la película sobre los campeones y presentación en vivo del autor de la letra de “Muchachos”, el himno de la hinchada argentina en Doha.
La velada tendrá su momento más emotivo cuando el capitán Lionel Messi reciba la Copa del Mundo ante los aficionados argentinos, en una recreación de la ceremonia de premiación en Doha.
“El partido se encara de la misma manera que encaramos todos. La camiseta Argentina no permite que no des el máximo. El festejo y todo eso está bueno, pero nosotros en la cancha tenemos que hacer nuestro trabajo”, afirmó el técnico de Argentina Lionel Scaloni.
Su idea es repetir los once que ganaron la final del Mundial: Emiliano Martínez, Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, Ángel Di María, Messi y Julián Álvarez.
Messi, que causó furor en su regreso al país al punto de convocar a una multitud frente a un restaurante en el que cenaba, ganó todo como jugador, pero a los 35 años tiene por delante nuevos desafíos con Argentina: si convierte contra Panamá llegará a los 800 goles en su carrera. Y está a dos gritos de ampliar a 100 goles su récord como máximo artillero en la historia de la selección argentina.
El festejo por las tres estrellas ha generado tanta locura en la afición que se ha planificado un operativo de seguridad similar al del clásico River Plate-Boca Juniors, el partido más simbólico del fútbol argentino.
“Esto es más que un partido de fútbol, es un gran festejo”, comentó Guillermo Madero, responsable del Comité de Seguridad en el Fútbol de la alcaldía de Buenos Aires. El funcionario detalló que habrá 1.500 agentes policiales para controlar los accesos al Monumental, que abrirá sus puertas cinco horas antes cuando para un partido común son dos horas previas.
Al mismo tiempo, se guarda bajo estricta reserva cómo será el traslado del plantel, ya que las autoridades temen que suceda algo similar al multitudinario recibimiento que tuvieron los campeones en diciembre, cuando cinco millones de personas desbordaron las calles de la capital.
“El traslado se está manejando con reserva. Los jugadores van a estar ahí. Si hay obturación terrestre, está todo para que lo hagan vía aérea”, indicó Madero sin ofrecer más detalles, dando a entender que los futbolistas podría viajar en helicóptero.
El invitado Panamá viene con un equipo alternativo y sin su entrenador, el danés-español Thomas Christiansen, para enfocarse en un choque contra Costa Rica el 28 de marzo en San José por la Liga de Naciones de la CONCACAF.
Panamá es líder en su zona y busca un resultado que le asegure el pase a la siguiente fase de ese torneo, que otorga plazas para la Copa de Oro de este año y la Copa América 2024.
El equipo será dirigido en Buenos Aires por su asistente panameño Jorge Dely Valdés, el hermano gemelo de Julio, una leyenda del fútbol de ese país.
“Para mí sería ilusionante ir a Argentina a enfrentarme al campeón, contra Messi y compañía, pero no es la prioridad. Debo pensar cuál es la prioridad para nosotros, los jugadores y la Federación y es la Nations League”, indicó Christiansen.
La Marea Roja formaría con José Guerra, Richard Peralta, Gilberto Hernández, Jiovany Ramos, Kevin Galván, Iván Anderson, Irving Gudiño, Ricardo Ávila, Cristian Quintero, José Murillo y Ronaldo Córdoba.
Argentina jugará otro amistoso ante Curazao el martes próximo en el estadio Madre de Ciudades de la provincia de Santiago del Estero.
AP