El presidente del equipo Alianza FC, Pedro Hernández, dos gerentes y otras dos personas fueron arrestadas en El Salvador por ser los supuestos responsables del hecho en el Estadio Cuscatlán, que dejó 12 aficionados fallecidos y cientos de heridos, informó la Fiscalía General de la República (FGR).
Los detenidos, además de Hernández, son los gerentes de Seguridad y Financiera del equipo, Edwin Abarca Ventura y Zoila Córdova, respectivamente, indicó la FGR a través de Twitter.
Asimismo, fueron arrestados Reynaldo Avelar Contreras, gerente de la empresa Estadios Deportivos de El Salvador (EDESSA), encargada de la administración del Cuscatlán, y Samuel García Montano, encargado de las llaves del estadio.
Estas personas serán acusadas en los próximos días, según señaló el Ministerio Público, por los delitos homicidio culposo, lesiones culposas y estragos públicos.
La FGR apuntó que, según las investigaciones, “las puertas habilitadas (en el estadio) no eran suficientes para el número de aficionados” y que “esos únicos accesos además, no fueron abiertos con suficiente anticipación para un ingreso ordenado y seguro”.
Señaló que “los organizadores, al agotar las entradas disponibles para el encuentro deportivo, decidieron comercializar ilegalmente boletos emitidos para encuentros anteriores”.
La fuente agregó que “la negligencia en la organización y la avaricia, al realizar una sobreventa, generó una avalancha humana que provocó la pérdida de vidas, además de lesiones y de poner en riesgo la seguridad de los asistentes”.
Por el momento, se desconoce si el fiscal general, Rodolfo Delgado, u otra autoridad de la Fiscalía brindará una conferencia de prensa para dar más detalles sobre las capturas y la investigación del hecho. Tampoco se especificó cuándo serán trasladados los detenidos a los tribunales correspondientes.
El episodio
Los clubes Alianza FC y Futbolistas Asociados Santanecos (FAS) disputaban en el Cuscatlán el partido de vuelta de los cuartos de final del torneo Clausura. El juego fue suspendido luego que se le informara al árbitro principal sobre una estampida humana en la zona sur general del estadio.
Las 12 personas fallecidas eran aficionadas del Alianza, representativo de la capital. La muerte de estas 12 personas, que se convierte en la mayor tragedia deportiva en el país centroamericano, consternó a la población salvadoreña en general y tocó con más fuerza a los amantes del fútbol nacional.