La FIFA anunció una suspensión de tres años al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales en lo que es la resolución del expediente disciplinario que se le abrió por los hechos ocurridos en la final de Mundial de Fútbol Femenino de Australia y Nueva Zelanda 2023 el pasado 24 de agosto.
La Comisión Disciplinaria del órgano rector del balompié mundial prohibió a Rubiales a participar en todas las actividades relacionadas con el fútbol tanto en España como en cualquier otro país, luego que la FIFA determinara que el dirigente violó el artículo 13 del código del organismo.
El exmandatario español se tocó los genitales en el palco y posteriormente, durante la entrega de medallas besó en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso en el podio en la que España se proclamó campeona tras vencer a Inglaterra.
La FIFA precisó que Rubiales dispone de diez días para “solicitar una decisión motivada que, en caso de ser solicitada, se publicará posteriormente en legal.fifa.com”, y que la decisión puede ser recurrida ante el Comité de Apelación.
Originalmente Rubiales fue suspendido provisionalmente por 90 días y luego de conocerse esa sanción se negó rotundamente a dimitir a la presidencia de la RFEF en la Asamblea del organismo federativo.
Luego del beso a la jugadora Jenni Hermoso, sus compañeras de selección anunciaron que renunciarían “si continúan los actuales dirigentes”, así como gran parte del equipo técnico del organigrama femenino.
El 6 de septiembre Jenni Hermoso denunció a Rubiales ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional por el beso recibido en la boca y esta se querelló contra el expresidente, quien anunció definitivamente su dimisión cuatro días después en un comunicado publicado en su cuenta de X (antes Twitter).