Oficialmente, Javier Aguirre ha vuelto como estratega de la selección mexicana para un tercer periodo que concluirá después del Mundial de 2026, del que su país será coanfitrión. Pero a diferencia de sus anteriores experiencias “El Vasco” no ve que asuma el mando de un combinado en crisis.
“Es un orgullo estar aquí con todos ustedes. Pasaron muchos años y siempre venir a mi país me reconforta”, dijo Aguirre después de enfundarse la chaqueta de entrenador del Tri. “Venir a la selección es un nuevo reto. Soy mexicano, orgullosamente mexicano, y cada vez que mi país me necesita, acudo con mucho gusto y mucho cariño”.
Ivar Sisniega, presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Futbol, presentó el jueves al experimentado estratega para tomar nuevamente el timón del Tri, como ya hizo en 2001 y en 2009, cuando llegó al banquillo con la presión de clasificar a los Mundiales de los años siguientes, en medio de eliminatorias muy enredadas.
Ahora no tendrá que salir de esos embrollos, al ser México una de las sedes de la justa junto con Estados Unidos y Canadá.
“Hoy más que nunca veo con alegría que hay un proyecto, que no solamente es llegar a salvar tres partidos de eliminatoria, ir a Costa Rica, a Honduras, pelearte con unos y otros ir al Mundial y se acaba la historia”, reflexionó Aguirre. “Hay un proyecto hasta 2030. Me ilusiona mucho ver que se están haciendo bien las cosas”.